La situación actual de la producción de trigo en Argentina se torna crítica. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, hace un mes se proyectaba una cosecha de 20,5 millones de toneladas, basada en una superficie sembrada de 6,7 millones de hectáreas. Sin embargo, la falta de precipitaciones significativas durante septiembre ha deteriorado el estado de los cultivos, con un alarmante 30% del trigo en condiciones regulares a malas.
En las últimas 24 horas, se anticipaban ligeras lluvias en la región centro; no obstante, solo una pequeña porción del sudeste bonaerense registró entre 4 y 12 milímetros, alcanzando un máximo de 18 mm en Coronel Suárez. Esta situación contrasta drásticamente con septiembre del año pasado, que fue esencial para el sustento del cultivo tras una intensa sequía estival.
En 2021, los agricultores celebraban una cosecha récord de 23 millones de toneladas, favorecida por lluvias abundantes en la primera quincena de septiembre. En este 2023, la ausencia de precipitaciones relevantes plantea un panorama incierto, ya que los mapas de lluvias recientes comparan desfavorablemente los niveles de precipitación de agosto a lo largo de los años.