El Consejo Constitucional de 2023 generó un amplio debate sobre el futuro de las contribuciones en Chile, proponiendo eliminar el pago de este impuesto para la primera vivienda. Argumentando que este gravamen afecta especialmente a la clase media y a los adultos mayores con ingresos fijos, sus promotores consideran que representa una doble tributación, ya que los propietarios ya han pagado impuestos al adquirir o heredar sus viviendas.
Sin embargo, muchos expertos advirtieron que la mayoría de las viviendas ya están exentas, sugiriendo que eliminar las contribuciones beneficiaría principalmente a propietarios de viviendas de alto valor, lo que incrementaría la desigualdad. Asimismo, se destacó el impacto en la financiación municipal, pues estos ingresos son fundamentales para las comunas, especialmente las de menores ingresos.
Finalmente, el texto del Consejo fue rechazado, pero el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, volvió a poner sobre la mesa la discusión. “Muchos chilenos cumplen el sueño de la casa propia, pero se dan cuenta que deben seguir pagando un arriendo al Estado”, afirmó, tocando una fibra sensible para muchos.
Las contribuciones son un impuesto patrimonial equivalente al 1% del avalúo fiscal del inmueble, pagadas trimestralmente y administradas por el Servicio de Impuestos Internos. Las propiedades con un avalúo fiscal de hasta $56.846.995 no pagan contribuciones, y hay exenciones para templos, escuelas y propiedades de bajo avalúo fiscal.
Las comunas más afectadas por este impuesto incluyen Santiago, Viña del Mar y Antofagasta, entre otras. En 2022, la recaudación total por Impuesto Territorial alcanzó $2.529.081 millones, una parte crítica para el financiamiento municipal.
La propuesta de Kast fue rechazada por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien enfatizó que desfinanciaría a los municipios, y advirtió sobre los riesgos de eludir impuestos bajo esta premisa.