El magnate Elon Musk dio un ultimátum a los empleados federales para que informaran sobre sus logros laborales de la semana pasada o serían despedidos, pero parece que no habrá consecuencias para quienes no respondieron. Aunque el presidente Donald Trump calificó la medida de Musk como ‘genial’, la Oficina de Administración de Personal (OPM) aclaró que responder no era obligatorio.
Musk sugirió que volverá a emitir la directiva, esta vez de forma obligatoria. ‘Sujeto a la discreción del Presidente, se les dará otra oportunidad. No responder una segunda vez resultará en despido’, advirtió en su plataforma X. También se quejó de la resistencia generalizada a su directiva inicial, calificando el correo electrónico de ‘trivial’.
Varios departamentos y agencias gubernamentales se opusieron a la medida, intentando retomar el control sobre sus propias fuerzas laborales. El Departamento de Salud y Servicios Humanos, la Directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard, el Departamento de Defensa, el FBI y los Departamentos de Estado y Seguridad Nacional emitieron directivas para que sus empleados no respondieran al correo de la OPM.
La directiva de Musk ha generado críticas bipartidistas y preocupaciones sobre su legalidad y alcance. Hasta 2,3 millones de trabajadores federales podrían haber recibido la orden. Las respuestas serían analizadas usando Inteligencia Artificial, según reportes.