La inflación de febrero en Argentina podría desafiar la tendencia a la baja, con proyecciones que sitúan el índice entre el 2,2% y el 2,6%. Este escenario complicaría los planes del presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, especialmente en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que busca modificar el esquema cambiario.
Factores como el aumento del 5% en la carne y el incremento del 10% en el transporte público están impulsando esta alza, mientras que el consumo de carne vacuna alcanza niveles históricos bajos. Este contexto podría suponer obstáculos adicionales para el Tesoro, dificultando la reducción de tasas de interés y afectando la política cambiaria.
Además, las tensiones en el norte, incluyendo el aumento de tasas en Estados Unidos, podrían exacerbar la situación económica local, generando expectativas adversas en los mercados emergentes.