Un análisis minucioso muestra que el Gobierno de Javier Milei ha sobrestimado el descenso de la pobreza en el tercer trimestre de 2024, contradiciendo sus afirmaciones e insinuando un posible juego de cifras. Las discrepancias entre el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y el organismo estadístico de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) son alarmantes.
Por un lado, el Indec indica un 15,3% de pobreza en CABA, mientras que el ente local reporta un alarmante 28,1%. Esta discrepancia implica que, de acuerdo a los datos, hay casi 408.000 pobres más de lo estimado.
Además, la medición de la indigencia refleja una diferencia aún mayor: 341.000 personas en CABA, frente a solo 64.000 según los microdatos. Estas cifras desnudan la cruda realidad que enfrentan sectores vulnerables, especialmente en las comunas más desfavorecidas.
Las diferencias en las metodologías de medición, así como la inflación más alta en CABA en 2024, son factores clave que amplían esta brecha. La visión optimista del Gobierno podría ser más una estrategia política que un reflejo objetivo de la realidad.