En un giro impactante, varios funcionarios destacados del gobierno decidieron dejar sus cargos en la administración de Trump en medio de un clima de recortes masivos. Estas renuncias, que incluyen nombres como Jim Jones, director del FDA, reflejan un descontento generalizado ante las medidas impulsadas desde el nuevo Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), liderado por Elon Musk.
Jones, quien renunció el 17 de febrero, expresó en su carta de dimisión que la eliminación de personal le hacía ‘fruto inútil’ continuar su labor. Otros funcionarios, como Michelle King de la SSA, también se retiraron tras presiones por entregar datos sensibles. Además, un grupo de fiscales del Departamento de Justicia se rebeló ante órdenes de desestimar cargos contra el alcalde de Nueva York.
Estas decisiones abren un debate profundo sobre el futuro de la administración. La pregunta es: ¿qué pasará con las estructuras que sostienen el gobierno?