Las fuerzas militares de Australia y Nueva Zelanda se encuentran en alerta ante el desplazamiento de tres buques de guerra del régimen de China que han llegado a la zona económica exclusiva de Australia en una misión no especificada. Los barcos, la fragata Hengyang, el crucero Zunyi y el buque de reabastecimiento Weishanhu, fueron avistados frente a la costa este del país, a unos 278 kilómetros de Sídney, según reportes del The Financial Times.
Aunque las embarcaciones navegan en aguas internacionales, están dentro de la zona económica exclusiva de Australia, lo que ha generado preocupación en el gobierno australiano. El ministro de Defensa, Richard Marles, afirmó que están en su derecho de estar allí, al igual que Australia tiene el derecho de monitorear sus movimientos con aviones y barcos.
La misión china ha despertado especulaciones sobre su propósito y ha sido interpretada como una estrategia de proyección de poder del Ejército Popular de Liberación en la región del Pacífico y el océano Índico. Expertos en seguridad creen que estos despliegues son una forma de demostrar la capacidad operativa de China en aguas cercanas a Australia.
Aunque los lazos diplomáticos y comerciales entre China y Australia han mejorado en los últimos años, las relaciones entre sus fuerzas armadas siguen siendo problemáticas. Recientemente, Australia denunció que un caza chino lanzó bengalas contra un avión de vigilancia australiano en el mar Meridional, lo que puso en peligro a la tripulación de la aeronave. China justificó la acción acusando a la aeronave australiana de una “intrusión deliberada” en el espacio aéreo de las islas Paracel, cuya soberanía es disputada.
A pesar de las tensiones, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha minimizado la situación, señalando que los barcos chinos están cumpliendo con el derecho internacional y que Australia sigue de cerca lo que ocurre.