Este martes se conoció que la Comisión Nacional de Energía (CNE) ha confirmado lo que muchos ya temían: los bolsillos de los chilenos se verán impactados durante este invierno por un nuevo aumento en las cuentas de la luz. Según el informe técnico definitivo de la CNE, las tarifas de electricidad experimentarían un alza del 7,1% a partir del segundo semestre de este año.
La explicación detrás de este incremento no es una sorpresa, ya que se atribuye a factores como el tipo de cambio y ajustes regulatorios que quedaron postergados desde la pandemia. Esta situación, desarrollada de forma progresiva, parece ser solo la puntita del iceberg de lo que podría venir.
El ministro de Energía, Diego Pardow, señaló que la alza entrará en vigor una vez que el decreto correspondiente sea publicado y “entre en toma de razón”, lo que implicaría que los afectados la verían reflejada en las cuentas del mes de julio. Una alegría más que los chilenos deberán enfrentar.
Pero la historia no termina aquí; aún hay un detalle pendiente que podría agravar la situación financiera de muchos: la definición del impacto en la reliquidación del Valor Agregado de Distribución (VAD). Este componente fundamental en la estructura de costos de la electricidad se fija cada cuatro años y se encuentra aún en conversaciones con las empresas distribuidoras.
Así que, con este panorama, es hora de revisar los presupuestos familiares y prepararse para lo que viene. ¿Quién dijo que el calor del invierno solo se sentía en el hogar?