En un giro inesperado, Alberto Undurraga, timonel del Partido Demócrata Cristiano (PDC), anunció que depone su candidatura presidencial en medio de la junta nacional del partido. Este movimiento se produce en un contexto de creciente descontento interno, donde figuras significativas de la colectividad han manifestado sus reparos hacia su postulación.
Durante las últimas semanas, la estrategia de Undurraga para atraer al Socialismo Democrático y participar en una primaria separada del Frente Amplio y el Partido Comunista no logró fructificar. La presión fue tal que el Tribunal Supremo de la DC decidió suspender su candidatura, dejando al PDC en una situación de aislamiento en el panorama político chileno.
Militantes con una trayectoria comprobada, como Ignacio Walker y Genaro Arriagada, han optado por apoyar a Carolina Tohá, la candidata del Socialismo Democrático, un movimiento que subraya la falta de respaldo hacia Undurraga.
En la antesala de la junta, el jefe del partido había dejado entrever su voluntad de continuar en la contienda presidencial, argumentando que estaba preparado para recibir el apoyo de los militantes. Sin embargo, a mediodía, comunicó su decisión de retirar su candidatura, alegando que “no están las condiciones partidarias” para mantenerla. Afirmó que lo crucial es cuidar al PDC, evitando un desangre político.
Undurraga enfatizó que una candidatura presidencial debe servir para fortalecer las opciones parlamentarias del partido y la cohesión interna. En un clima de tensiones y declaraciones desestabilizadoras, el timonel del PDC decidió priorizar la reestructuración del partido, sugiriendo que la definición presidencial se tome tras las primarias del oficialismo, para evitar apoyar candidaturas que no representen al PDC.
