En los últimos cuatro años, 120 centros de diálisis en 14 regiones fueron objeto de sumarios sanitarios por incumplimientos de normas de calidad, mientras Fonasa acumuló 1.964 reclamos y apenas 44 multas. Esta situación revela una crisis profunda en un sistema que sostiene a más de 22 mil pacientes en el país, que enfrentan problemas derivados de cambios en la licitación de 2021.
Pacientes como Carmen, que asisten a su centro de diálisis en la Región Metropolitana, denuncian deficiencias graves en la atención, incluyendo escasez de personal y maltrato. La ineficiencia del sistema también se hace evidente al considerar que, a pesar del aumento en los reclamos, las sanciones impuestas por Fonasa son mínimas y poco representativas del descontento general
La situación actual se complica aún más debido a que las condiciones contractuales favorecen a prestadores privados, concentrando aproximadamente el 79% de los servicios en manos de unos pocos, como Davita y Diaverum, lo que genera tensiones en la calidad de los tratamientos y la atención ofrecida.
Con el aumento acelerado de pacientes que requieren diálisis, los nefrólogos advierten sobre el peligro inminente de que no se logren cubrir las necesidades de atención. Mientras Fonasa intenta modificar las condiciones de la nueva licitación, los críticos sostienen que aún no se prioriza a los pacientes como lo primero y principal.
En este contexto, quedan muchas preguntas sobre el futuro de la atención de salud en Chile, donde la calidad del servicio de diálisis sigue en el centro del debate y pone en riesgo la vida de miles.