El caso judicial que involucra al diputado Joaquín Lavín ha tomado un giro inesperado, poniendo al parlamentario en la cuerda floja. Nuevos antecedentes, revelados exclusivamente por Reportajes T13, revelan profundos indicios de fraude al fisco, negociación incompatible y tráfico de influencias.
La investigación se centra en sus comunicaciones durante su gestión en la municipalidad de Maipú, donde se han encontrado correos, mensajes de WhatsApp y declaraciones que sugieren su participación activa y no autorizada en las decisiones del municipio. La fiscal Constanza Encina, al detectar irregularidades en el expediente de la exalcaldesa Cathy Barriga, decidió abrir una causa separada para indagar más a fondo el papel de Lavín.
Se han descubierto correos en los que Lavín instruía a un exdirector jurídico sobre el despido de 496 trabajadores de la municipalidad, alegando que eran personas de la administración anterior o que no eran de su confianza. A través de un mensaje del 20 de diciembre de 2016, Lavín exigía que se despidieran los funcionarios que consideraba un ‘peligro’ para la nueva administración.
Además, el parlamentario también envió una planilla Excel marcada con colores que indicaban qué trabajadores debían ser despedidos, una gestión que suscita serias dudas sobre su actuar como diputado y su influencia sobre el municipio, lo que podría configurar tráfico de influencias.
Estos hallazgos han levantado múltiples preguntas no solo sobre los procedimientos administrativos en Maipú, sino también sobre la ética en la política chilena.