El controversial proyecto inmobiliario impulsado por la familia del expresidente Sebastián Piñera en Bahía Coique, a orillas del Lago Ranco, ha enfrentado su primer gran obstáculo. Valorado en 40 millones de dólares, el desarrollo inmobiliario de Inmobiliaria Arenas Blancas S.A., conectado al holding Odisea y dirigido por los hijos del exmandatario, recibió un Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Los Ríos.
Este informe, emitido el 26 de marzo, destaca que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) presentada para el proyecto, que contempla la construcción de 208 viviendas vacacionales entre 2026 y 2033 en dos fases, presenta varias deficiencias. Uno de los puntos críticos señalados por el SEA es la falta de claridad en la segunda etapa del proyecto, que cubriría cerca de 22,86 hectáreas, pero carece de especificaciones sobre el tipo de urbanización y el número de viviendas.
Además, el SEA ha señalado que el desarrollo no ha demostrado contar con un sistema sanitario adecuado. A pesar de que la inmobiliaria presentó un documento de factibilidad sanitaria, este se remonta a una autorización de 1995, aumentando las dudas sobre su validez actual. Las inconsistencias en la cantidad de viviendas, que varían entre 208 y 390 según los anexos, también generan inquietudes sobre la estimación de la generación de aguas servidas, calculada en 604 mil litros diarios.
La evaluación incluye participación ciudadana, donde han surgido al menos 11 solicitudes, destacando la planteada por el exsubsecretario Cristian Larraín Pizarro, quien denunció irregularidades en la gestión del sistema sanitario relacionado con el proyecto.
Además, el SEA ha solicitado un análisis sobre los efectos del desarrollo en los humedales de Río Coique y Lago Ranco, que están clasificados en el Catastro Nacional de Humedales. Aunque la DIA asegura que estos no se verán afectados, el SEA advirtió que requieren una justificación sólida.