Este sábado 5 de abril, Chile experimentará un ajuste de horario al atrasar los relojes una hora, marcando el inicio del otoño y la despedida del verano. Este cambio, aunque rutinario, podría afectar las dinámicas familiares, especialmente en relación con los horarios de niños, niñas y adolescentes.
La Subsecretaría de Educación Parvularia, representada por Claudia Lagos, ha resaltado que este ajuste podría desencadenar alteraciones en los patrones de sueño de los más pequeños, así como irritabilidad y un aumento del apetito. Esto se debe a que el cuerpo humano necesita tiempo para adaptarse a la nueva rutina horaria, y los efectos podrían prolongarse por hasta dos semanas.
Para facilitar esta transición, la subsecretaría ha recomendado a las familias un enfoque de paciencia y cariño. Se sugiere mantener las rutinas antes de dormir, priorizando actividades relajantes como escuchar música suave o leer cuentos una hora antes de acostarse. Además, es vital cuidar los hábitos de sueño evitando el uso de pantallas luminosas que pueden interferir con el descanso.
Otro aspecto a considerar es la alimentación, donde se aconseja reducir el consumo de productos estimulantes, como el chocolate o comidas muy sazonadas, especialmente en las horas previas a dormir. Estas medidas ayudarán a los niños a adaptarse más fácilmente a los rigores del nuevo horario.