Los problemas de abastecimiento de agua se han vuelto cada vez más evidentes en diversos sectores de Chile, pero la situación se vuelve aún más preocupante en el barrio Barranco, donde los residentes enfrentan graves dificultades para acceder al recurso más básico. Entre los afectados se encuentra una vecina de 105 años, un recordatorio de cómo la crisis hídrica puede impactar a las poblaciones más vulnerables.
Los vecinos han recurrido a juntar agua de lluvia en baldes para sus actividades diarias, una medida de sobrevivencia que resalta la desesperante realidad que viven. Además, los residentes son conscientes de que deben pagar 20 mil pesos por cada mil litros de agua, una tarifa elevada que muchos no pueden permitirse. Sin embargo, la situación se complica aún más cuando los tanques aljibe no logran llegar a la zona, dejando a los hogares sin el vital suministro.
Las quejas continúan al señalar que durante el verano no se implementó un plan de emergencia que pudiera aliviar la escasez. Esta falta de respuesta por parte de las autoridades plantea interrogantes sobre la gestión de los recursos hídricos en el país y la planificación frente a fenómenos naturales cada vez más frecuentes, como la sequía.